Capítulo 10

¡Esos dos hombres eran los secuestradores que ella había contratado antes! Nancy abrió los ojos de par en par y retrocedió dos pasos, incrédula. Bruno dijo: —Ya lo han admitido, el secuestro fue planeado por ti, y querías culpar a Rosa para que todos pensaran que tú eras la víctima. Nancy negó con la cabeza: —¡No los conozco! Bruno, no les creas... Él no le dio oportunidad de explicarse. Sacó su teléfono y lo levantó frente a ella. En la pantalla había una captura de pantalla de una transferencia internacional, a nombre de Nancy, por catorce millones de dólares. Luego deslizó hacia atrás. En las fotos, Nancy vestía ropa lujosa, muy diferente de su anterior relato de pasar hambre en el extranjero. Nancy palideció y extendió la mano para arrebatarle el teléfono, pero no alcanzó a tocarlo. No sabía de dónde había sacado Bruno esas pruebas. Mucho menos sabía quién había urdido todo para dañarla, mostrando el video de vigilancia como chispa en la pantalla gigante. Bruno miraba a Nancy con u