Capítulo 24
Una semana después, Mónica volvió a oír noticias sobre Claudia.
Se había suicidado.
Aprovechando el cambio de turno por la noche, se clavó un lápiz en la garganta. Fue una muerte dolorosa, silenciosa, sin emitir ni un solo sonido.
Cuando los guardias notaron que algo no estaba bien y la revisaron, ya era demasiado tarde. Llegó al hospital sin aliento.
Mónica no pudo evitar suspirar. Aquella mujer que un día se presentó ante ella con la cabeza en alto, presumiendo con arrogancia, terminó así.
Pero tampoco sintió lástima. Nadie la obligó a hacer daño; el final que tuvo fue simplemente la consecuencia de sus propias acciones.
Si uno hace algo malo, debe pagar el precio.
El día en que Mónica y Felipe dejaron Puerto Esmeralda, Ramiro fue personalmente al aeropuerto a despedirlos.
No quería ver a Felipe, pero su corazón ya había cambiado mucho.
—Mónica, fui yo quien te falló. Fui arrogante, hice cosas que te hirieron. Qué suerte que al final no cometí un error irreparable.
Recordando todo lo

Locked chapters
Download the Webfic App to unlock even more exciting content
Turn on the phone camera to scan directly, or copy the link and open it in your mobile browser
Click to copy link