Capítulo 15

Patricia estaba atada. Perdió la conciencia varias veces, y cada vez que despertaba, el dolor era insoportable. Por fin comprendió que Emiliano no pensaba perdonarla. Lloró y suplicó, esperando que sus padres aparecieran a rescatarla. Emiliano, adivinando su pensamiento, tomó su teléfono y soltó una carcajada helada: —Mis padres no van a venir a salvarte. —Te adoran tanto que seguro no quisieron interrumpirnos mientras estábamos en la cama. —No te preocupes, voy a hacer que quedes embarazada. —Quiero que sientas lo que es una cesárea, lo que es ver tu herida abrirse una y otra vez. —Quiero que sepas lo que se siente tener un hijo que se muere de hambre porque no puede alimentarse. Patricia lo miró horrorizada. ¿Cómo podía aquel hombre de rostro tan hermoso pronunciar palabras tan crueles? En ese instante, habría preferido servir de nuevo a los viejos millonarios con los que alguna vez se había relacionado. —¡Pero ese sería tu hijo! —Gritó desesperada. —¡Sería sangre de tu familia! No p