Capítulo 22

Después del parto, el bebé de Patricia fue llevado de inmediato para realizarle una prueba de paternidad. Pero ella no se alteró en lo más mínimo. No era la primera vez que daba a luz, y en ese hospital tenía a su gente. Su historial era impecable: la muerte de Rodrigo, el secuestro del hijo de Isabela, todo fue obra de sus manos ocultas. Para ella, aquella prueba de ADN no era más que otro trámite: bastaba con ordenar que falsificaran el resultado. Cerró los ojos para descansar, planeando su siguiente jugada una vez saliera el resultado. Pero pronto escuchó un alboroto fuera de la habitación. —¡Venimos a ver a mamá! ¿Por qué no nos dejan entrar? —¡Nuestra mamá acaba de tener un hermanito! ¿Qué tiene de malo que vengamos a verla? —¿Que quién es nuestra mamá? Se llama Patricia. ¿La conocen? Al oír ese nombre, Rebeca sintió que el corazón se le aceleraba. El recién nacido se parecía mucho a Emiliano, y ella ya casi estaba convencida de que era su nieto, hasta que vio entrar a tres niños.