Capítulo 34 Liora, no puedes escapar!

Perspectiva de Liora. Naelae quizá pensó que yo temía que los clientes del reservado vinieran a causar más problemas, así que me sostuvo con nerviosismo para ayudarme a salir. En realidad, sí tenía miedo... pero no de ellos. Tenía miedo de Soren. La forma en que me miró... no podía haberla interpretado mal. Estaba furioso, más que hace tres años. Si no me iba en ese momento, tal vez ya no podría irme nunca. Me clavé las uñas en el muslo para obligar a mi mente entumecida a permanecer despierta. Durante este tiempo, aunque trabajaba en el Coliseo Kanam, me había quedado en la casa de Bella. No quería seguir molestándola, pero ella, preocupada por mi seguridad, insistió en que no me fuera. Le pedí a Naelae que me dejara en la puerta de la floristería de Bella y le rogué que se despidiera de Jakor por mí. No podía quedarme más en ese lugar. Corrí de vuelta a la habitación donde vivía, saqué todos mis ahorros y metí las pocas pertenencias que tenía en una bolsa. Rápido, más rápido, ¡tenía