Capítulo 52 Un día terrible

Perspectiva de Liora. Esa idea me sobresaltó tanto que me levanté alarmada de inmediato. Desde un lado, de pronto, escuché un grito agudo, y justo después sentí un chorro de un líquido derramarse sobre mi espalda, cuya frialdad penetró al instante a través de la ropa. —¡Ah! La sensación del líquido golpeando la herida me hizo soltar un grito de dolor. Me giré de inmediato, solo para encontrarme con la cara de una chica desconocida, una acompañante que charlaba y bebía con otros, quien fingió sorpresa mientras se quejaba. —¡Dios mío, ¿cómo puedes ser tan torpe?! ¡Mira lo que hiciste! ¡Por tu culpa derrame mi café recién comprado! Dicho eso, tiró con desdén el vaso vacío que tenía en la mano, y unos cuantos cubitos de hielo cayeron al suelo con estrépito, atrayendo enseguida la atención de quienes estaban alrededor. Arrugué la frente, esforzándome por recordar en qué momento había ofendido a esta persona. Miré la placa en su pecho donde ponía: Marta. Parecía que no la conocía. —¿Qué pasa