Capítulo 61 ¡Tengo que enseñarle bien las normas!

Perspectiva de Liora. Solo se escuchó un estruendo, y los platos y la comida volaron por todas partes, creando un caos. Todos se asustaron por mi acción repentina y retrocedieron; Susana incluso soltó un grito agudo del susto. —¡Saira, estás loca! —rugió Isais. —¿No sabías que estuve en un hospital psiquiátrico durante tres años? ¡Hace mucho que estoy loca! —Los observé con calma. Mi mirada se dirigió hacia la enorme pared de vidrio del comedor, en la que se reflejaba mi aspecto en ese instante: la sangre en la comisura de mis labios resbalaba por mi mejilla; mi cabello, debido al forcejeo de antes, estaba desordenado y caía hacia atrás, dejando al descubierto aquella cicatriz horrenda de mi frente. Esa apariencia los había asustado. Susana, al ver que la situación se torcía, retrocedió dos pasos enseguida, pero aun así se esforzó por advertirme: —Saira, Isais es el gerente encargado de la logística y del personal de servicio. Si lo ofendes, no la pasarás bien. Isais pareció recordar s