Capítulo 29

Pasé por las puertas de la planta de empaquetado. Reece no había salido de mi mente desde que salí del hospital, pero sabía que debía concentrarme, lista para hablar con mi papá. Caminé por los pasillos vacíos con el estómago revuelto por la conversación que sabía que me esperaba. Giré por el pasillo a mi izquierda que conduce a donde están las oficinas. Curiosamente, a pesar de la hora del día, hay muy poca gente dentro de la planta de empaquetado. Justo cuando estoy caminando por el pasillo, suena mi teléfono y rápidamente lo saco de mi bolsillo. “¿Hola?”, respondo rápidamente, sin reconocer el número y de repente entro en pánico, pensando que podría tener algo que ver con Reece, a pesar del hecho de que, lógicamente, sé que cualquiera vinculado a Reece está dentro de la manada y me usaría su vínculo mental si necesitaran contactarme. —¿Quinn? —me saludó la voz, y me di cuenta inmediatamente de que sonaba muchísimo como Luna Ariana. “Sí”, respondí, empezando a preguntarme si en reali