Capítulo 36

Mi papá me había dejado en mi habitación, con órdenes estrictas de comenzar a empacar mis cosas y también de buscar mi posición dentro de la Manada de la Piedra Amarilla. Lo que me había recordado que aún tenía que comprobar si Luna Ariana había respondido a mi mensaje anterior. Había estado tan distraído con todo lo demás que había estado sucediendo, que el mensaje se me había olvidado por completo. Me dejé caer en mi cama mientras sacaba mi teléfono del bolsillo, solo para encontrar un mensaje corto de Luna Ariana, un simple mensaje de dos palabras: ¡Llámame! No pude evitar reírme ante su mensaje, pero me recosté en mi cama e hice exactamente lo que ella me había pedido, porque, como mi papá había señalado, mi posición dentro de su manada aún no estaba asegurada y necesitaba un lugar donde ir para alejarme de Apolo y el desastre que parecía estar creando a mi alrededor, todo debido al jodido vínculo de pareja que nos habían dado entre nosotros. —¡Hola, tú! ¡Me preguntaba cuándo llama