Capítulo 84

Bajé las escaleras soñolientamente, después de haber dormido muy poco, una vez más. Esta vez, no recordaba haber tenido casi ninguna visión de Sarah. Mis sueños se vieron invadidos por visiones de Quinn. Y no de una manera agradable. Visiones de ella siendo torturada por un hombre que no podía ver. Un hombre que no podía identificar. Sin embargo, su voz era la que hablaba por teléfono... Me desperté varias veces empapada en sudor, luchando por tranquilizarme porque estaba desesperada por ir a ver si estaba bien. Sin embargo, sabía que no podía. Sabía que tenía que darle el espacio que ella había querido. Ella no me había querido allí. Necesitaba saber quién era ese hombre que le había hablado así. En el momento en que salió corriendo de mi suite, me puse nerviosa. Lewis estaba igual. El deseo de protegerla no se parecía a nada que hubiera experimentado antes y me inquietaba. Esta chica no es mi compañera. Técnicamente no es nada para mí. Ni siquiera un miembro de la manada. Pero, por a