Capítulo 22

*REGINA*. Se llevó la mano a la boca con expresión de asombro. “¿Regina? Del Orfanato Grace… Gina…”, balbuceó. Le hice una señal afirmativa: “Sí… soy yo. ¡Ay, Nick!”, grité y nos abalanzamos el uno sobre el otro, dándonos un fuerte abrazo. “¡No lo puedo creer! ¿Cuánto hace que no nos vemos? Estás muy cambiada”, dijo, alejándose un poco de mí. Me pareció que la última vez que lo vi fue cuando me adoptaron, hacía unos diez años más o menos. “Veo que has crecido unos centímetros”, dijo en tono de broma. Le di un golpe: “Ahora soy mucho más alta”. “¿Sigues llamándote Regina, verdad?”. “Sí, mis padres no me cambiaron el nombre, pero ahora llevo su apellido”. Movió la cabeza aún incrédulo. La situación también me parecía irreal. Nicholas era uno de los pocos chicos mayores que había entonces en el orfanato. Nick era el apodo cariñoso que le pusimos. Por lo que recordaba, él era unos cinco o seis años mayor que yo. Y muchos de nosotros lo queríamos mucho en ese entonces porque era muy bueno.