Capítulo 1122

"Escúchame", dijo Julian, incapaz de quedarse más tiempo. Tenía que llevar rápido a Betty a Vans. Solo pudo persuadir a Diana diciéndole, "Probablemente Sean de verdad quiere que lo encuentres, lo consueles y le des un abrazo". Julian pensó en ir a consolar a Sean. Pero Sean ya era muy reservado con él. El niño probablemente lo resistiría aún más. Era mejor que Diana encontrara a Sean, y que Julian se ocupara de la herida de Betty. Diana sabía que debía darse la vuelta enseguida, consolar a Sean y pedirle disculpas. Pero sus pies estaban congelados en el suelo. Sus manos seguían temblando y su mente se quedó en blanco. Incluso después de que Julian se fuera con Betty en brazos, ella permaneció allí de pie, sin moverse un centímetro. Sean no lloró en absoluto. Diana no podía pensar. En el momento en que se lo permitiera, se le rompería el corazón. Deseó poder abofetearse diez veces. No. ¡Veinte, o incluso cien veces! No debió pegarle a su hijo. ¿Cómo pudo pegarle a Sean...?