Capítulo 89

El ambiente dentro del reservado se volvió de inmediato más animado. Todos mostraron sonrisas cargadas de significado. Diego siempre había sido conocido por su calma y autocontrol; rara vez mostraba emociones en público. —¡Vaya, parece que a nuestro señor Diego lo tiene muy controlado su esposa! —bromeó uno de los socios con una risa. —¡Quién diría que llegaría este día para usted! Diego no se inmutó. Levantó la copa y dio un sorbo ligero, con un tono sereno, acompañado de una leve sonrisa. —Es bueno tener a alguien en casa que ponga límites. Otro socio levantó su copa con una sonrisa. —Así que era una llamada de la señora López. Vamos, brindemos por el señor Diego, deseándole una familia feliz y que su carrera siga alcanzando nuevas alturas. Diego alzó su copa en señal de cortesía, su voz sono tranquila, pero con un matiz de satisfacción. —Gracias. Tras algunas copas más, los asuntos quedaron prácticamente resueltos. Entonces se marchó. Cuando se disponía a regresar a la empresa, de p