Capítulo 33

¡No, ella no quería saber nada de esto! Ahora se arrepentía profundamente de haber abierto la boca y preguntado algo. A sabiendas de que en el mapa no se podía encontrar nada, eso solo podía significar que había secretos muy bien guardados que no querían que los forasteros conocieran, ¡y ahora ella lo sabía todo! ¿Acaso no la matarían para silenciarla? Después de hablar por un rato, Lorenzo guardó cuidadoso el mapa. —Señorita Camila, no se preocupe por eso. Dado que vive aquí, la consideraremos parte de la familia. Mientras no tenga intención alguna de traicionar a Baltasar, usted será media dueña de este lugar. ¿Por qué sonaba todo esto tan extraño? Raúl también quedó boquiabierto. —No es... ella solo es mi compañera, ¿cómo podría ser media dueña de este amplio lugar? Lorenzo siguió sonriendo con dulzura. —Señor Raúl, confío en que el señor Baltasar no se equivoca al juzgar a las personas. —Aunque él no se equivoque, ella solo tiene la capacidad de ayudarme con los deberes escolares,