Capítulo 69

Camila quedó sorprendida. Al ser observada por tanta gente con miradas extrañas, se sintió un poco incómoda por esto. —Señor Baltasar, deje que el doctor Tomás se acueste aquí a su lado para acompañarlo. Tomás se mostró desconcertado. ¿Qué quería decir con eso esa chica? ¿Acostarse junto a Baltasar para acompañarlo? En su mente, Tomás exclamó: ¡Señorita Camila, no me haga esto! ¿Quién se atrevería a acostarse al lado del maniático Baltasar? ¿Acaso no quería vivir? Solo ella era lo suficientemente valiente para dormir tan plácida a su lado. Baltasar fijó la mirada en Camila; su voz al hablar era firme y autoritaria, con un cierto toque de infantilidad. —¡No te permito irte! —¡Quédate! —¡Acompáñame! Camila no dijo nada al respecto. Tomás, con la mano temblorosa, no pudo evitar ajustarse un poco los lentes de metal sobre el puente de la nariz, con asombro. ¿Acaso Baltasar se había vuelto loco o qué? Él, que no se interesaba por las mujeres, ¿en realidad podía llegar a depender de Camila?