Capítulo 89

Lo que decía Julia hacía que los demás pensaran que durante todo este tiempo, cada examen que había hecho, parecía que solo había sacado esas calificaciones gracias a memorizar al pie de la letra los ejercicios antes del examen. Y, además, el mérito parecía ser todo de la excelente Julia. Camila con ímpetu levantó la mano y el examen cayó al suelo, su voz fría como el agua. —No hace falta. Julia se apresuró a inclinarse para recoger el examen, y un destello de satisfacción cruzó por sus ojos; en su corazón también sintió alivio. Ella, en realidad estaba preocupada de que Camila se llevara el examen y memorizara los ejercicios. Había sido testigo de la prodigiosa memoria de Camila, era mucho más poderosa que la de varios de sus hermanos. Si viera ese examen, sin duda lo memorizaría en cinco minutos. Y si luego se encontraba con preguntas similares, con la mente de Camila, seguro que podría resolverlas sin problema. Al principio, le preocupaba que Camila participara en la competencia de