Capítulo 1229

Sin embargo, la frialdad espinosa y el distanciamiento que irradiaba la muchacha, que parecían alejar a la gente a miles de kilómetros de distancia, poseían paradójicamente una fuerza de atracción al estilo de la rosa negra. A Ethan le pareció divertido. ¿Desde cuándo había adquirido ese gusto? Sacudiendo la cabeza, apartó la mirada. —Ethan… ¿qué estás mirando? —se quejó la mujer que se aferraba a Ethan. La miró con indiferencia. Ya fuera por su encantadora figura o por su hermoso rostro, sin duda era más atractiva que esa horrible Frankenstein que era esa chica. Sin embargo… parecía que faltaba algo. Chasqueó la lengua. Ethan empujó discretamente a la mujer y dijo con calma: "No te molestes en venir mañana". La mujer se puso rígida, sin tener idea de qué había hecho mal para molestarlo. El "No te molestes en venir mañana" significaba que su encanto para él se había agotado. El pródigo Sr. Aiken, conocido por su hábito de cambiar de mujer sin problemas, podía ser frío y despiadado cuan