Capítulo 1251

Como suele decirse, las desgracias vienen de tres en tres. La humillación, la alegría por el mal ajeno y la condescendencia de sus amigos ocasionales fueron solo la guinda del pastel. Sentada en un banco junto a la carretera, Jenny se derrumbó y lloró toda la noche. Cuando amaneció al día siguiente, miró la ropa que tenía en la maleta y tuvo una nueva idea. Todos estos vestidos eran de marcas de lujo de alta gama y eran los últimos diseños. A algunos de ellos ni siquiera les habían quitado las etiquetas. Si los vendía a mitad de precio, debería poder recuperar una cantidad significativa de dinero. Esta era su única salida. Al principio, Jenny no podía soportar la idea de hacer eso. Era demasiado degradante. Sin embargo, cuando se encontró preocupada por su próxima comida y preguntándose dónde podría pasar la noche, dejó de lado todo su orgullo y su cara. Jenny fue de tienda en tienda, preguntando si alguien quería comprar su ropa. Los que sabían lo que hacían insistían en que sus artíc