Capítulo 158

Al escuchar aquello, la cara de Jane cambió de inmediato. El secretario la miró y preguntó: "Señorita, ¿le sucede algo?" Como tuvo miedo de que Bismarck sospechara, se apresuró a negar con la cabeza. "No, nada. ¡Disculpe, mi teléfono está sonando! Tengo que ir a contestar". Diciendo esto, levantó la mano y cerró la puerta. Después se apoyó contra ella, sintiendo las piernas como gelatina. Tuvo la sensación de que Alexia estaba muy cerca, dispuesta a vengarse. Nunca antes le había tenido miedo, pero por alguna razón, Alexia parecía haber cambiado por completo después de su divorcio. Desde entonces, la había hecho sufrir bastante. Jane se sintió culpable y asustada al ver que Alexia había recurrido a su abuelo de una vez, así que, por un momento, no supo qué hacer. Cuando Bismarck miró la puerta bien cerrada frente a él, pensó en el demudado semblante de Jane cuando escuchó que cenarían con Alexia. Ya no le quedaron dudas de que algo raro estaba pasando. Sin embargo, no había ocurrido n