Capítulo 87

Andrea agitó la mano con indiferencia. —Déjenla libre. Los guardaespaldas soltaron a Valeria, y Lourdes fue de inmediato a sostenerla. Entonces, se dio cuenta de que ella no solo tenía heridas en la cara, sino que también estaba llena de moretones por todo el cuerpo. Siempre había sido una persona que devolvía los agravios, desde la muerte de su padre, no había vuelto a levantarle la mano a nadie. Pero, al ver cómo habían maltratado a Valeria, la rabia dentro de ella se volvió imposible de contener. —Andrea. Dijo Lourdes, apretando los puños: —Antes te respetaba por ser mayor, pero ya que has venido una y otra vez a buscar problemas, no me culpes si dejo de darte la cara. Andrea quedó intimidada por su presencia, pero al notar las miradas curiosas de los que estaban alrededor, recobró la calma. —¿Y qué me vas a hacer? Aunque muera hoy, no permitiré que ustedes se acerquen ni un paso a mi hijo. —Claro, no nos atrevemos a hacerte nada. Lourdes rio con frialdad. —Porque eres una mayor y d