Capítulo 206 Desobediencia

Manuel se sorprendió un poco y luego rugió enojado: —Soy tu padre biológico, si te atreves a atacarme, ¡no eres filial! —Está bien, llamémoslo poco filial si así lo prefieres. No me has criado ni un solo día, así que ¿por qué debería respetarte? Ella habló con frialdad y lo fulminó con la mirada. —¡Mónica!— Manuel de repente cambió de color, la miró ferozmente, sus ojos lanzaban fuego: —No olvides jamás tu apellido, no te crie, pero cada centavo que has usado desde pequeña también salió de los bolsillos de nosotros los Pérez, crees que no sé qué tu madre te daba dinero en secreto, no te pases de lista, tu vida entera no puede desligarse del apellido Pérez, lo que yo diga que debes hacer, deberás hacerlo si chistar, no creas que porque trajiste a un guardaespaldas contigo puedes hablarme como quieras, debes saber, esta es mi casa, yo mando aquí. Habló con firmeza, su voz no admitía réplicas. La mano derecha de Mónica se tensó ligeramente. Manuel la miraba con desprecio, y con una sonris