Capítulo 210 Demandas excesivas

Ella observaba esa mirada triunfal y la expresión de victoria en los ojos de Manuel y, en su interior, Monica comenzaba a albergar una sospecha. Sin duda alguna, Manuel había amenazado a su madre con algo grave para evitar que se divorciara. Al notar la tristeza y la decepción en los ojos de Mónica, Isabel bajó lentamente la cabeza, incapaz de sostener su mirada, compartiendo también su profundo sufrimiento. Mónica debía estar decepcionada de ella. Pero ceder no era opción; hacerlo arruinaría la vida de sus hijos, ¡Ricardo y Mónica nunca podrían volver a levantar la cabeza con orgullo! —Escucha, no es que no quiera ceder, pero tu madre simplemente no puede alejarse de mí, ni mucho menos desea divorciarse. Manuel envolvió con un brazo a Isabel mientras reía, visiblemente satisfecho y feliz. Mientras el divorcio no se materializará, Mónica siempre tendría sus reservas. Si Isabel decidiera divorciarse definitivamente de él, Mónica ganaría la confianza necesaria para cortar por lo sano con