Capítulo 243 Respuesta con habilidad

—Ay, qué obediente eres mi niña, —dijo la profesora, pasando la mano por su cabeza,— No es de extrañar que la profesora María te aprecie tanto. Los otros profesores también se acercaron entusiasmados para elogiar a la obediente Mónica. Cuando ella logró salir de la oficina, su cabello ya estaba todo desordenado. Mónica, con una expresión asustada, se arreglaba el cabello mientras bajaba cuidadosa las escaleras, apurándose a alejarse. —Mónica. No había caminado mucho cuando vio a Hugo, que llegaba jadeante. —Hugo. —¿Dime, ya sanaron tus heridas? Hugo, ajustando un poco su respiración en secreto, la miró fijamente con ojos llenos de ternura. —Ya casi están sanas, ¿y tu herida en el hombro? Mónica levantó un poco la mano hacia su hombro izquierdo. —También está casi curada, gracias por preocuparte, Hugo. Hugo se colocó a su lado y ambos continuaron caminando y charlando juntos. —Felicidades por obtener el segundo lugar. —He visto tu competencia en vivo, fue impresionante. Si no fuera por