Capítulo 1276

Ana había encontrado la habitación de Verónica. Ella tocó con suavidad la puerta dos veces. Desde el interior se escuchó la respuesta de Verónica, —Adelante. Cuando Ana empujó la puerta para entrar, Verónica no levantó la cabeza; seguía mirando entretenida su celular, por lo que no se dio cuenta de que quien entraba era ella. —¿A estas horas todavía tienen que hacer rondas los doctores y enfermeras?— preguntó Verónica con cierto fastidio. Al hacer esta pregunta, tampoco levantó la vista. En realidad, despreciaba un poco el hospital de la ciudad A. Su quiste de ovario solo requería una cirugía menor, así que esto no le importaba mucho. Aun así, no confiaba en los médicos de allí; solo esperaba que no surgiera ningún problema. Si una cirugía tan menor no se realizaba bien, este hospital podría quizás cerrar. Después de la cirugía, también tendría que ver cómo evolucionaba la situación. Si no se recuperaba bien, también sería culpa de los médicos, y entonces buscaría a los