Capítulo 1968

Ese "señor Bernardo" sorprendió a todas las mujeres que estaban junto al río. ¿Ese es el señor Bernardo? La duda duró apenas un instante, porque enseguida todas encontraron la respuesta. Solo con ver la expresión aterrada de Jacqueline, ya se podía sacar una conclusión. ¡Ese hombre era el señor Bernardo! Y luego, al observar a la mujer que estaba al lado de Bernardo, no cabía duda de que formaban una pareja muy bien compenetrada. Además, la actitud de Bernardo confirmaba sus sospechas: a él no le gustaba Jacqueline, era Jacqueline quien se hacía ilusiones. Y luego, para colmo, se había atrevido a utilizar el nombre de Bernardo para burlarse de su ignorancia. ¿De verdad creía que podía engañarlas como si fueran tontas? ¡Qué asombroso! Aunque Jacqueline estaba aterrada, en sus ojos aún brillaba una chispa de fanatismo. —Señor Bernardo, ¿verdad que siente algo por mí? ¡Puedo ser su amante! Mientras pueda quedarme a su lado, incluso como amante, estaré dispuesta. Porque sé que en su corazó