Capítulo 2002

Al oír eso, Josefina inhaló bruscamente. —¿¿Fresca?? Nora también se puso en alerta. Miró a su alrededor con atención. Luego le preguntó al sirviente que estaba en la puerta: —¿Bernardo no ha vuelto en estos días? ¿O es que ha muerto otra persona en esta habitación? —Sí, el señor Bernardo no ha regresado. El señor Bernardo no está, y no ha venido nadie más a esta habitación. Solo murió una persona hace un par de días, una mujer hermosa —respondió el sirviente de inmediato. Nora alzó una ceja y le dijo a Mariano: —No pienses demasiado. Conoces a Bernardo. Vete tú a saber adónde se fue a divertirse estos días. Seguro que otra vez alguien salió perjudicado. Mariano seguía con expresión de duda. Él siempre había sido así de suspicaz. Si algo o alguien le generaba sospechas, tenía que investigarlo hasta entenderlo con claridad. No estaba bien. Definitivamente, algo no estaba bien. Comenzó a caminar por los alrededores. Los pasos resonaron en la habitación secreta. Ese sonido podía infundir