Capítulo 33

—Silvio, de ahora en adelante tienes que cuidarme, ¡ya eres importante! —Jajajaja... Claro, claro, siempre que tenga esa capacidad. —¡Obvio que la tienes! —Voy al departamento de redes a recoger mis cosas. Ay... Aunque ya soy el secretario de la jefa, todavía no la he visto. Silvio sonrió con un poco de vergüenza. Luego se puso de pie. —Eso no va a tardar. Escuché que la jefa está reposando en casa. Puedes aprovechar la oportunidad... Ya sabes, quizás hasta se enamora de ti. —¡No, no...! Silvio agitó rápidamente la mano. Ahora él ya era un hombre casado, ¡y Esther era una mujer muy hermosa! Aunque esta jefa fuera aún más guapa y rica... ¡No podría abandonarla! ¡Era una cuestión de principios, y no pensaba equivocarse en eso! —¿No qué? Si no tienes pareja ahora, con una oportunidad así, ¡tienes que aprovechar! —Ajá, todo a su tiempo... Silvio sonrió, sin querer darle más vueltas al asunto. Todavía no quería revelar su relación con Esther. Por lo menos esperaría hasta que realmente estuv