Capítulo 56

Los siguientes tres días que Alexandra pasó hospitalizada transcurrieron en un abrir y cerrar de ojos. En ese tiempo, ella tuvo que lidiar con la rabia de Theodore, quien eventualmente se enteró de lo que le había ocurrido a su mejor amiga y fue al hospital a regañarla. La única forma en la que la rubia pudo calmarlo fue haciendo promesas que ella misma sabía que jamás podría cumplir, y también tuvo que jurar que le avisaría tan pronto como le dieran el alta. Pero eso no fue suficiente para evitar que él fuera a visitarla al menos dos veces al día. En una de estas visitas incluso se topó con Darius, quien rara vez iba a verla, aunque a Alexandra le daba igual. Al fin y al cabo, le estaba yendo muy bien sin su ayuda y no creía necesitarlo ni ahora, ni nunca. Por otro lado, Theodore y Darius no demoraron en hacerse amigos e incluso intercambiaron sus números de celular en contra de los deseos de Alexandra, quien no dejaba de mirarlos con mala cara mientras conversaban. Después de haber p