Capítulo 108

El hombre vio a Nicholas desmayarse, aun así levantó el palo para volver a golpearlo. Sin embargo, cuando escuchó la sirena del patrullero, se asustó y huyó, dejando caer el palo al suelo. El oficial se estacionó detrás del Mercedes de Nicholas y Benjamín salió tan pronto como el coche se detuvo. Corrió hacia el muelle llamando a Nicholas: “Señor Grantham, ¿dónde está?" Los dos oficiales salieron del coche y corrieron tras él. Las pupilas de Benjamín se dilataron al ver a Nicholas tirado en un charco de sangre. Todo su rostro y el alrededor estaba rojo y aún le salía sangre de la cabeza. “Oh, Dios mío… señor Grantham…”, exclamó Benjamín agachándose a su lado. Lo primero que hizo fue poner sus dos dedos en su cuello para tomarle el pulso. Una vez que encontró su pulso, se sintió instantáneamente aliviado, aunque fuera débil. Levantó a Nicholas con ayuda del oficial y lo llevaron al coche mientras el otro oficial recogía el palo y el cuchillo manchado de sangre. Mientras trasladaban a Ni