Capítulo 13

Tres años después, Jonás volvió a convertirse en el centro de todas las miradas. Pero, de manera inesperada, su rostro no mostraba expresión alguna. Las emociones que los demás imaginaban "ira, decepción, dolor, vergüenza" no se manifestaron en lo absoluto. La expresión en su cara era simplemente de alivio y tranquilidad. A través de la enorme multitud, él miraba a la persona en el escenario, cuyo rostro se había tornado pálido. Aquella, a quien había amado con locura durante tantos años, pero que jamás logró tener. Esa novia que lo había dejado solo en el altar. En ese preciso momento, de repente le pareció una completa desconocida. Era como si por fin la estuviera conociendo por primera vez. Aunque en realidad la había conocido durante dieciocho años. —Escuché palabra por palabra, sin omitir ni una sola. Muchas gracias por no seguir mintiéndome, por fin me dijiste una verdad, Elisa. En medio de incontables rumores, la voz de Jonás era tranquila y calmada. No sonaba como una confronta