Capítulo 88

adelina Me quité la camiseta azul de Alfa Dareck y los pantalones de pijama de franela roja que Sophia me había regalado y abrí el grifo de la ducha. Un ruido sordo vino del dormitorio, me di cuenta de que alguien estaba tocando la puerta. La impaciencia tembló a través de mi conciencia, mi cuerpo aturdido estaba ansioso por pararse bajo el agua tibia que fluía por el cabezal de la ducha. Quería desesperadamente ignorar el ruido cuando los golpes se vuelven más fuertes y exigentes. Sabía que si no respondía, había muchas posibilidades de que quien estuviera allí derribara la puerta. Cogí la bata de felpa que estaba colgada detrás de la puerta y suspiré, acercándome a la puerta del dormitorio y girando el pomo. “Ya era hora”, respondió Beta Don, sus ojos escaneando mi bata y corriendo detrás de mí para asegurarse de que estaba solo. “Si vas a interrumpirme tan temprano en la mañana, sabes que podrías haber aparecido con un café en la mano”, gruñí y me hice a un lado permitiéndole entrar