Capítulo 119

Los ojos de Antonio Lorenzo eran profundos como el mar, agudos y siniestros como los de un águila. Antes de que Eleanor pudiera reaccionar, él se abalanzó sobre ella como un fantasma, sus delgados dedos buscando su cuello. Eleanor inclinó la cabeza justo a tiempo para esquivar el golpe mortal, pero Antonio no se detuvo, pues la veía claramente como una enemiga. Inmediatamente comenzaron a pelear, una feroz batalla entre dos asesinos de primera. El duelo fue intenso y parejo, sin que ninguno de los dos lograra obtener ventaja. Mientras tanto, en el palacio subterráneo oculto de Williams Garden, un secreto que sólo conocían Robert y Jacob, Robert vigilaba de cerca la situación. El palacio subterráneo era un refugio lujoso diseñado para emergencias y secretos ocultos. Anteriormente, un misterioso asesino se había infiltrado en Williams Garden y había dañado los órganos internos de Robert. Sin embargo, Robert había previsto esto y se había mudado al palacio subterráneo antes de que el ases