Capítulo 493

Un destello de determinación brilló en los ojos de Eleanor. Estas personas… Los que atormentaron a Susan… Ellos pagarían. Mientras tanto, en el gran salón, Celeste y Zack entraron. Sus miradas penetrantes se posaron de inmediato en Flora, quien seguía contándole sus quejas a su madre entre lágrimas. Su rostro estaba pintado de tristeza, sus sollozos eran delicados pero calculados. —Flora, ¿qué pasa? —Celeste arqueó ligeramente las cejas; una mezcla de sorpresa y preocupación se reflejó en sus refinados rasgos. Dio un paso adelante, observando a su hermana en busca de heridas. Zack, de pie junto a ella, no habló de inmediato. En cambio, su expresión se ensombreció y sus ojos penetrantes se llenaron de un frío inquietante. Al oír sus voces, Flora giró la cabeza instintivamente. Sus ojos, llenos de lágrimas, brillaron con la dosis justa de vulnerabilidad mientras decía con voz entrecortada: «Hermana mayor... Hermano...». Su voz temblorosa tiró de sus corazones. La preocupación de Celeste