Capítulo 29

Esta vez, para respaldar a Norma, Tomás eligió el balneario más caro de todo Miraflores, el Balneario Monte Sereno, sin preocuparse en absoluto por cuestiones como el presupuesto. Un derroche de oro para una belleza. Sólo que, así, quedaba en evidencia que ella, antes, había sido demasiado tacaña. Por eso, cuando Lucía vio que una compañera comentaba bajo la publicación de otra en Instagram: —Esto sí que es una verdadera actividad de integración del equipo. —Antes, como mucho, eran actividades grupales para adictos al trabajo. Y otra respondía con total aprobación: —¡Es que la señorita Norma es lo mejor! Con ella se come bien, se bebe bien; además de ser linda, tiene un carácter encantador. Nació en una familia de renombre y hasta estudió en el extranjero. ¡Hace una pareja perfecta con el señor Tomás! No como cierta persona, que no conoce el mundo y encima es tan miserable… ¡Los lugares que elegía daban pena! ¡Qué tacaña! La compañera se apresuró a contestarle: —¿Estás borracha? ¿Ya bl