Capítulo 21

Amelia la miró, luego miró a Alonso a su lado, y su sonrisa se hizo aún más amplia. Sus ojos iban y venían entre los dos: —Norma, tienes muy buen gusto. Este chico parece una buena persona y es bien parecido. ¿Cuándo piensan casarse? La mano de Norma, que estaba pelando una mandarina, se detuvo en seco. Abrió los ojos de par en par, sorprendida. Alonso, a su lado, claramente tampoco esperaba ese repentino "conocer a la suegra", ni la insinuación de matrimonio. Se quedó pasmado por un instante, y luego esbozó una sonrisa resignada. —No, mamá, estás equivocada. —Se apresuró a explicar Norma, con las mejillas algo sonrojadas. —Él es un socio del trabajo, el señor Alonso. No tenemos ese tipo de relación. Amelia mostró una evidente decepción en el rostro: —¿Ah, sí...? Entonces, Norma, ¿cuándo vas a traer a tu novio para que lo conozca? Ni siquiera lo he visto todavía... Una leve incomodidad cruzó el rostro de Norma, y no le quedó más remedio que responder con evasivas: —Lo haré, lo haré, ma