Capítulo 1267

Alicia regresó a su habitación. Ella se recostó en la cama grande. Al recordar las palabras de Oscar, se dio la vuelta, sacó su teléfono y le envió un mensaje a Roberto. Él ya le había preguntado antes si, al final de aquel sueño, él había hecho algo. En ese momento, se escucharon unos golpes en la puerta. Vicente estaba de pie en la entrada. —Alicita, ¿puedo pasar? —¿Qué sucede? —Vine a traerte tu regalo. Alicia lo pensó un momento y se sentó. —Adelante. Vicente abrió la puerta. Tanto él como Pedro y Raúl entraron con los regalos en las manos. Alicia los miró de reojo. —Ya lo sé. Vicente habló: —No le des importancia a lo que dijo Oscar. Pedro fue más directo. —Que Oscar te amenace con el antídoto está mal de su parte. Todavía cree que no nos damos cuenta de sus intenciones. —No me importa mucho eso. Pedro añadió: —Es cierto, solo tienes que aguantar hasta que termine el tratamiento de la señora Teresa, después ya no tendrás que hacerle caso. Así era como lo veía Alicia. Por supuesto,