Capítulo 1284

Pedro miró la espalda de Alicia y mostró una sonrisa de alivio; sabía que ahora la actitud de su hermana hacia ellos se había suavizado bastante; al menos ya no era como antes. Vicente se acercó. —Pedro, la verdad es que tu método sí que funcionó. Si hubiera sido antes, Alicita habría querido mantenerse lo más lejos posible de nosotros. ¿Cómo iba siquiera a traernos regalos? Este cambio en Alicia había emocionado a Vicente durante varios días. Si el tiempo pasaba un poco más, no sería imposible que la relación de Alicia con ellos mejorara aún más. Pedro entrecerró los ojos. —Por eso siempre he dicho que ese sentimiento de culpa, del que ustedes hablaban, estaba mal dirigido; esta es la manera correcta de compensarla y de relacionarse con ella. ¿Ya lo aprendiste? Vicente asintió con la cabeza. —No te preocupes, en adelante ya no cometeré el mismo error. Alicia salió de la casa García y vio el auto de Roberto estacionado al borde del camino; en ese momento, mostró una sonrisa y se acercó