Capítulo 40

Bianca se detuvo un momento, mirándolo como si viera a un extraterrestre. ¿Qué le hizo pensar que David se preocupaba por ella? ¿Acaso David y Sandra no habían sido lo suficientemente efusivos? ¿O acaso él era ciego? Con tan poca perspicacia, si él estuviera en su lugar, ¡ni siquiera pasaría el período de prueba! —Le voy a mostrar un video. Pablo abrió la puerta del auto, sacó la tablet y estaba a punto de reproducir el video de la torre de champán. Desde el segundo piso se oyó un rugido de enojo. —¡Pablo, entra de inmediato! —¡Voy! —respondió Pablo—. Señora Bianca, ¿prefiere esperar un momento? Bianca no tenía tiempo para esperar; llamó al chofer para que la llevara a su casa. David se quedó en la barandilla del segundo piso, viendo cómo desaparecía por la puerta principal. La sensación de irritación en su corazón se intensificó aún más. Ella volvió a su apartamento. Bianca dejó la bolsa de viaje junto a la entrada sin cuidado. La habitación estaba vacía, solo ella permanecía allí. Er