Capítulo 37

—Solo tienes que llevar el comprobante a la ventanilla de pagos. Bianca echó un vistazo al recibo: solo aparecía el costo de un medicamento; lo demás ya había sido pagado desde antes. Mientras caminaba, se preparaba para tomarle una foto a Jacobo, pero de repente chocó con alguien. —¿Bianca? —De veras que eres difícil de evitar. Si ya sabes que me voy a casar con Vanessa, ¿Por qué entonces aun así me sigues hasta aquí para causar problemas? Al alzar la vista, se topó con la cara desagradable de Fidel. Bianca no pudo evitar preguntarse cómo alguien podía volverse tan descarado. —No te atribuyas tanta importancia. Aunque te casaras con un perro, tampoco me interesaría saberlo. Al bajar la vista, notó que sin querer el video grabado ya se había enviado a Jacobo, así que lo borró de inmediato. —Las mujeres siempre dicen una cosa y sienten otra. Aunque ya es tarde para arrepentirte, si dices unas palabras agradables, te mando la invitación. El semblante triunfante de Fidel hizo que Bianca s