Capítulo 45

Después de colgar la llamada, Bianca no pudo evitar sonreír levemente. Al final, Isaac no se había equivocado. Pero, de todos modos, ese asunto no tenía nada que ver con ella, así que tampoco le sorprendía demasiado. Luego, Bianca se marchó del Laboratorio Innovar. Jacobo salió justo cuando ella subía a un taxi. —¿Qué pasa? ¿No viniste al laboratorio a buscarme? Cecilia siguió la dirección de su mirada, aunque no notó nada inusual. —Si no me equivoco, solo nos hemos visto dos veces. El tono y la expresión de Jacobo eran fríos y distantes, pero Cecilia actuaba como si no se diera cuenta. —Esta ya es la tercera vez. Y seguramente nos veremos muchas más. La verdad, con las capacidades de Cecilia, no habría tenido ningún problema en seguir trabajando en la sede principal. Haberse trasladado a esa sucursal también tenía algo de interés personal: quería estar más cerca de él. Jacobo no le dio más oportunidad de hablar. Se dio la vuelta y caminó hacia el edificio de Corporación Andes. —Algún