Capítulo 80

Pero su cuerpo apenas comenzaba a recuperarse. Los médicos habían recomendado reposo absoluto en cama. Como era de esperarse, en cuanto Jacobo abrió la puerta de la habitación, Isaac en su determinación se le fue encima. —¡Sal de aquí! ¡Todavía no ha despertado! Isaac le gritó con mesura. Aunque sabía que Bianca no podía escucharlo, seguía actuando con extremo cuidado. Era evidente lo mucho que la cuidaba, y cuánto le importaba. Por un momento, ambos se quedaron inmóviles, enfrentados en un tenso silencio. Entonces Salvatore intervino de inmediato: —Con el señor Isaac cuidando a la señorita Bianca, no tiene por qué preocuparse. Y tenía razón. Al final, Jacobo fue convencido por Salvatore para regresar a su habitación y recostarse de nuevo. Aunque estaba acostado, su mente ya se encontraba junto a Bianca. Poco después, el señor Arnoldo apareció en la puerta. —Me han dicho que el jefe Jacobo ya despertó. ¿Podría hablar con él? Salvatore, que intuía que se trataba de algo relacionado con