Capítulo 71 Un sustituto contratado con dinero

De nuevo era el veinticinco de agosto. ¿Qué tan enamorado estaba Diego de Clara...? Rosa no podía imaginar que alguien tan serio e insensible como él pudiera estar dispuesto a hacer algo tan desesperado por amor. Poner una contraseña, hacerse un tatuaje, escribir cartas de amor. Cada una de estas cosas, por separado, no parecía algo que él fuera a hacer; sin embargo, por Clara, las hizo todas. Rosa no leyó la carta, la volvió a colocar en su lugar, junto con el libro y salió del despacho. Sentía que había cruzado una línea, que esa era una cuestión de Diego, no suya, que no debía mirar, pensar ni sentir nada al respecto. Un sustituto contratado con dinero no tenía derecho a eso. ... Diego esperó a que Raúl regresara antes de salir del hospital. Subió al auto, pero no arrancó el motor. En lugar de eso, marcó el número de su madre. —¿Dieguito, ya terminaste? Debido a la diferencia horaria, en ese momento su madre ya estaba tarde en la noche. —Sí. —Diego se recostó en el respaldo del asie