Capítulo 45

Salvador se tornó aún más sombrío. Miró fijamente a Andrea, y en su tono se percibía una clara impaciencia: —Si no fuese porque últimamente estás tan llena de sospechas, siempre dispuesta a armar un escándalo, ¿crees que habría tenido que ocultarte algo tan insignificante como esto? Andrea sonrió, con una sonrisa llena de infinita ironía: —Mira, otra vez me estás involucrando a mí. ¿Ésa es pues tu buena hermanita? No sabía que una mujer adulta pudiera ser tan cercana a su hermano casado. ¡Tan cercana que pareciera que ustedes dos son la verdadera pareja! Compartiendo un solo helado, abrazados en plena calle, tomándose fotos sin guardar la menor distancia. El pecho de Julia incluso se apoyaba contra el brazo de Salvador. Andrea era hija única. No entendía ese tipo de "relación de hermanos", y mucho menos podía aceptarla. Y además, entre ellos no existía absolutamente ningún lazo de sangre. Todo ese "es como mi hermana" siempre había salido únicamente de la boca de Salvador. Era solo una