Capítulo 52

A veces ni siquiera venía él personalmente a informarles, mucho menos se podía esperar alguna forma de comunicación. La mayoría de las veces, Salvador dejaba que sus secretarios o asistentes actuaran como intermediarios, y aun así, solo era para dar un simple aviso. No había nada que hacer, tanto el Grupo Águila Dorada como el Grupo Estrella Dorada ocupaban un estatus casi celestial en toda Ciudad San Verano. Si uno no les mostraba respeto, lo más probable era que más adelante sufriera las consecuencias. Ese era el estilo habitual de Salvador. Y por eso, a lo largo de los años, Salvador había ofendido a muchas personas, pero todos, debido a la diferencia de estatus, no se atrevían a enfrentarse a él. Además, en el ámbito empresarial, muchos necesitaban colaborar con el Grupo Águila Dorada, así que, aun así, seguían enviándole recursos. La negociación de esta colaboración resultó relativamente fluida. Andrea no fue codiciosa y no exigió recursos ni trato para artistas de primera línea.