Capítulo 25

Mientras Micah pensaba en cómo compensar a su exesposa, su madre y su hermana seguían de pie en la acera frente a Remède soportando las miradas burlonas de los espectadores.  No podían volver al spa, el gerente había ordenado a los guardias de seguridad que las mantuvieran fuera del lugar y era probable que sus nombres ya estuvieran en la lista negra del lugar.  Judy estaba ensimismada, Felicia, furiosa. "Mamá, ¿qué hacemos ahora?". Judy no tenía idea.  Creía en lo que le había dicho Micah sobre los McAllister, pero dudaba del apoyo que Avery pudiera brindarle a Darya.  Un hombre en su posición podía mover las piezas a su antojo, y era probable que Darya fuera una más del montón.  ¿En verdad se enfrentarían por ella? "Mamá, no me voy a disculpar con esa p*rra", afirmó, y Felicia se aferró al brazo de Judy, quien palmeó su mano para tranquilizarla.  "Lo sé". Si Felicia cedía ante Darya, toda la familia Cavanaugh perdería prestigio, incluida Judy, así que no iba a dejar que eso sucedie