—Abogado Víctor, quiero divorciarme y renunciar al trabajo. Por favor, ayúdeme a redactar dos acuerdos.Jacqueline Torres había sido la secretaria de Mauricio Aguilar durante tres años, pero nadie sabía que llevaban ese mismo tiempo casados en secreto.Víctor arrugó ligeramente la frente y habló con seriedad:—Señorita Jacqueline, el matrimonio no es algo que deba tomarse a la ligera. Lo mejor sería que ambas partes lo piensen bien antes de firmar este documento.Jacqueline asintió con determinación y respondió con firmeza: —Ya lo he pensado bien. En cuanto a mi esposo, él también estará de acuerdo.