Capítulo 61 ¡Con una descendencia así, quién se atrevería a expulsarla!

En ese instante, todos miraban a Julia con la mirada perdida. Su expresión era solemne y respetuosa, sus dos manos sostenían con firmeza la urna funeraria, y sus ojos estaban fijos en las puertas cerradas del mausoleo de la familia Jiménez. Bruno también observaba a Julia, atónito, descubriendo que no podía apartar la mirada de ella. ¡Trágica y firme! ¡Y, al mismo tiempo, deslumbrante! En ese momento, ya nadie se atrevía a acercarse para expulsarla. La quinta rama de la familia Jiménez: ¡una familia entera de mártires leales! ¿Quién se atrevería a echar a una descendiente así? Incluso Leopoldo y Valeria mostraban una expresión completamente atónita. Para Valeria, la familia Jiménez no era más que un nombre en el árbol genealógico. Solo sabía que la quinta rama había quedado casi vacía, sin descendencia. Pero jamás conoció su historia. A su lado, en los ojos de Leopoldo apareció un destello de irritación. De verdad no había esperado que Julia gritara todo aquello en público, haciendo qu