Capítulo 89 ¿Puedes quedarte otra noche conmigo?

Diego vacilaba; en realidad, no quería deshacerse de esas dos sortijas. Para él, eran un recordatorio constante de la deuda que tenía con Julia. Pero en ese momento, bajo la mirada de Andrea y Valeria, no pudo pronunciar palabras de negación. —¿Qué pasa, Andrea y Diego no quieren? —dijo Valeria. —¡Diego! —Andrea hizo mala cara. Diego apretó los dientes y, forzando una sonrisa, dijo: —Claro que quiero. Además, poder asistir a la ceremonia de colocación de la primera piedra en la isla es algo que deseo con mucha ansia. —Así está mejor —respondió Valeria con una sonrisa altiva—. Le pediré a tío Gustavo dos invitaciones más, y entonces iremos todos juntos. Valeria, en el fondo, deseaba con ansias presenciar el momento en que Julia quedara convertida en la abandonada, cuando Diego arrojara públicamente aquellas alianzas de matrimonio. Quería ver su expresión en ese instante. Además, todos sabrían que Julia era una mujer divorciada, una desechada. Aunque a Bruno no le importara que Julia fue