Capítulo 109
Brisa respondió de forma instintiva: —Eso es imposible.
¿La casa de Lucía no es también la casa de Wálter?
¿Cómo podría Facundo ir a cocinar para Lucía?
—¡Lo escuché con mis propios oídos! —afirmó María con total convicción.
Tras unos segundos de absoluto silencio al otro lado del teléfono, Brisa buscó una excusa para colgar y marcó apresurada otro número.
—Vigila con detenimiento cada movimiento de Lucía, incluyendo a dónde va y con quién se encuentra.
—
Al caer la tarde, a las cinco en punto, Lucía salió puntual del trabajo.
Había quedado con Facundo en la calle adyacente para evitar ser vista por alguien de la empresa, lo que podría causar malentendidos.
Al salir del Grupo Estrella, sacó de inmediato su celular del bolso y llamó a Rosa.
—Rosa, esta noche no regresaré a casa para cenar.
Rosa preguntó preocupada: —¿Y el señor Wálter regresa?
En la hora pico, las calles estaban abarrotadas de gente; Lucía se movió como marioneta de lado para no chocar con los transeúntes y dijo en voz

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