Capítulo 51

La familia Fernández siempre se había preocupado por Lucía. Wálter no deseaba preocupar a los mayores con algo tan trivial. Cuando Lucía lo comprenda por sí misma, o cuando él la vea algún día, podrá educarla y solucionarlo. —Está un poco enferma, iré a ver cómo está y no me quedaré a cenar. La señora Sandra, llena de preocupación, se iluminó de repente con sorpresa: —¿Ella está embarazada? Silvio, que estaba disfrutando de su café, dejó su taza de inmediato y se acercó: —El embarazo no es algo menor, debería regresar a casa de los Fernández. —No. —negó Wálter rotundamente. Ese medicamento no debería haber fallado. La señora Sandra y Silvio lo miraron fijamente, como preguntándole: ¿Cómo puedes estar tan seguro? Wálter encontró una excusa: —Ella solo se siente mal por su período menstrual. —Ay. —La señora Sandra se mostró desilusionada mientras le recordaba a Wálter que cuide bien de Lucía, apurándolo—: Si no tienes hijos pronto, envejecerás... Wálter, con tan solo